Los restos fosilizados que se pueden encontrar caminando por Somiedo son realmente impresionantes. No se hallan únicamente en Los Bígaros o Peña Orníz, nuestras grandes cumbres, pues los tres de las fotos están mucho más abajo.
El primero lo encontré a unos mil doscientos metros de altitud; la roca de hierro tiene un tamaño impresionante y, como se puede ver, está saturada de fósiles.
El segundo está como a unos seiscientos metros de altitud, y es otra hermosísima roca plagada de formas.
El tercero, lo tengo en la pared de la casa; ya estaba en la casa antigua, en la parte más vieja de la edificación, la que tengo documentada en el siglo XVIII. Desconozco su procedencia. Al encontrarlo entre las ruinas de la casa, y aunque se había roto la parte de la cola del reptil, quise conservarlo visible por lo que ahora está en la fachada.
Lo único necesario para verlos cuando se camina por cualquier lugar es: llevar los ojos abiertos a la naturaleza. Caminar empapándose de cuanto nos rodea. Disfrutar viendo cada pequeño detalle de vida, aunque esta esté ya fosilizada.
Lo único necesario para verlos cuando se camina por cualquier lugar es: llevar los ojos abiertos a la naturaleza. Caminar empapándose de cuanto nos rodea. Disfrutar viendo cada pequeño detalle de vida, aunque esta esté ya fosilizada.
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